El dulce sabor de la victoria

Unas semanas atrás, el profeta Sefonías (Sef 3, 14-18) nos animaba a saborear 
el dulce sabor de la victoria de la Vida sobre la muerte, 
de la Gracia sobre el pecado, de la Luz sobre la oscuridad. 
Nos decía: 
El Señor será el rey en medio de ti y ya no temerás ningún mal.

como lo prometió desde antiguo.

La fuente de la vida nos ha devuelto la verdadera vida y la alegría.
¡Éste es el mejor tiempo del año!

Canta,

Que tu corazón se llene
de la música divina que viene del cielo,
porque Él ha regresado otra vez,

Gózate y regocíjate de todo corazón….

Hoy estamos seguros que la muerte ha sido vencida,
que no tiene más poder sobre la humanidad,

El Señor, está en medio de ti, no tiene que temer más la desgracia.

Para muchos de nosotros,
la Cuaresma ha sido un tiempo difícil por las cosas que nos han tocado sufrir
a nosotros y/o a nuestros seres queridos.
Han sido tiempo de confusión, duda, enfriamiento y desánimo.
Pero estamos seguros que él está en medio de nosotros
para levantarnos, animarnos, sanarnos y ayudarnos.  

El Señor, tu Dios, tu poderoso salvador, está en medio de ti... ya no temerás ningún mal.

Hoy ha comenzado "el tercer día" de nuestras vidas, 

Sentimos su Espíritu actuando y moviéndose en nuestra comunidad; 

Está en los cuerpos, las mentes y los corazones 

de todos los que creemos en Él y esperamos su venida.

Él se goza y se complace en ti; él te ama y se llenará de júbilo por tu causa,

como en los días de fiesta”.

En Jesús,
nuestras culpas han sido borradas, nuestras faltas perdonadas, 
nuestros pecados absueltos. 

Ha restaurado nuestros corazones con el amor infinito del Padre.

Él ha restaurado nuestro corazón.

Él nos ha traído el amor infinito de su Padre.

Se regocija, ríe, canta y baila con nosotros,

Él hace una fiesta en el cielo para cada uno de nosotros.

Él nos anima todos los días y en todas partes

Él nos llama a ser testigos de su amor y alegría para todos,

Él comparte su espíritu con nosotros para seguir haciendo el bien a todos

Nos fortalecer así que no tenemos que ser desalentado por nada,

Nos eleva desde cada otoño para mantenerse en pie por la justicia y la paz

Él nos ayudará a mejorar nuestra propia vida y la de nuestros grupos parroquiales.

Él nos llama a construir su comunidad, fundada en el amor, el respeto, la tolerancia y el apoyo mutuo.

Él nos desafía a sentirse amado y amar a los demás en las situaciones más dificul-

Vamos a ser uno con Él, de nuevo hasta la eternidad.

FELICES PASCUAS DE RESURRECCIÓN, queridos hermanos y hermanas.

P. Diego Cabrera Rojas, ssc

Sacerdote Misionero de San Columbano