miércoles, 27 de junio de 2018

Salmo Responsorial 138 (139) 1-3. 13-14ab. 14c-15 (14a)


















R. 
Te doy gracias, Señor, porque me has formado maravillosamente.


Tú me conoces, Señor, profundamente: 

tú conoces cuándo me siento y me levanto,
desde lejos sabes mis pensamientos,
tú observas mi camino y mi descanso,
todas mis sendas te son familiares.





















R: Te doy gracias, Señor, porque me has formado maravillosamente.

Tú formaste mis entrañas, 
me tejiste en el seno materno.
Te doy gracias por tan grandes maravillas;
soy un prodigio y tus obras son prodigiosas.





















R: Te doy gracias, Señor, porque me has formado maravillosamente.

Conocías plenamente mi alma; 

no se te escondía mi organismo,
cuando en lo oculto me iba formando, 
y entretejiendo en lo profundo de la tierra.


















R. Te doy gracias, Señor, porque me has formado maravillosamente.