Dios, Padre nuestro,
Tú nos enviaste a tu Hijo
para que descubramos todo el amor que nos tienes.
Muchas veces respondemos a ese amor
con nuestro rechazo e indiferencia,
matando a tu hijo una y otra vez.
A pesar de todas nuestras pequeñeces,
Tú no te echaste
atrás
sino que seguiste adelante
con tu plan de ser nuestro mejor amigo.
Ablanda nuestros corazones
para que sepamos responder a tu amor con el nuestro.
Ayúdanos a vivir de tal modo
que el sufrimiento de Tu
Hijo por nosotros
no haya sido en vano.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario