domingo, 10 de diciembre de 2017

Orar con la corona de Adviento Misionera - Introducción


«Al celebrar anualmente la liturgia de Adviento, 
la Iglesia actualiza esta espera del Mesías: participando 
en la larga preparación de la primera venida del Salvador, 
los fieles renuevan el ardiente deseo de su segunda Venida.

Celebrando la natividad y el martirio del Precursor, 
la Iglesia se une al deseo de éste:
"Es preciso que él crezca y que yo disminuya" (Jn 3, 30).»
(Catecismo de la Iglesia Católica, # 524).


Dios está en todas partes con su inmensidad entera, 
y muy próximo a cada uno, como lo dice él mismo: 
"¿Soy yo Dios sólo de cerca y no soy Dios de lejos?" 
Por eso no buscamos sólo un Dios que queda muy lejos de nosotros: 
lo tenemos en nuestro interior si somos dignos de poseerlo. 
Habita realmente en nosotros, como el alma en el cuerpo, 
si es que somos miembros suyos en perfecto estado de salud
y no miembros muertos por los pecados.
Así vive de verdad en nosotros. 
De las Instrucciones de san Columbano, abad "Sublime profundidad de Dios"

“Si el alma hace buen uso
de las virtudes plantadas en ella,
entonces será de verdad semejante a Dios.
El nos enseñó,
por medio de sus preceptos,
que debemos producir
frutos constantes
de todas las virtudes
que Él sembró en nosotros al crearnos”.
(De las instrucciones de san Columbano, abad. Instrucción 11, sobre el amor, 1-2)

Que nadie, pues, presuma
siquiera lo irrastreable de Dios:
qué fue, cómo fue, quién fue.
Se trata de algo inefable, inasequible, inescrutable:
así, sin más;
y, sin embargo, la fe te dice que Dios es así,
y que así será como fue, porque
Dios es inmutable.
Y lo debes creer con toda tu alma.
De las Instrucciones de san Columbano, abad "Sublime profundidad de Dios"

Busca, pues, por tanto, la suprema ciencia,
no a base de disputas de palabras, 
sino mediante la perfección de las buenas costumbres; 
no de boca, sino con la fe que procede de la simplicidad del corazón 
y no de las disquisiciones de la docta impiedad. 
Si te pones a buscar la ciencia inefable con disertaciones, 
se alejará de ti más aún de lo que estaba; 
si lo intentas en cambio con la fe, 
la sabiduría confiadamente permanecerá a tu puerta; 
De las Instrucciones de san Columbano, abad "Sublime profundidad de Dios"

1) La intención de esta Corona de Adviento Misionera es la de promover la oración
     por los Misioneros y Misioneras que dan testimonio de su fe en los Cinco continentes.

2) Leyendo las lecturas del día nos preparamos para participar mejor
     en nuestra celebración Eucarística.

3) Adornamos la corona usando cinco velas
     con los cinco colores usados para rezar el Rosario Misionero.

  - Domingo de la 1ra Semana:       Verde, por África
  - Domingo de la 2da. Semana:     Rojo, por Las Américas 
  - Domingo de la 3ra. Semana:      Blanco por Europa
  - Domingo de la 4ta. Semana:      Azul, por Oceanía
  - Nochebuena o día de Navidad: Amarillo, por Asia.
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4)    Al iniciar la liturgia, las velas de la corona deben estar apagadas.

5)    Crear un ambiente recogido, con poca luz.

6)    Pongan un Mapamundi con los cinco continentes junto a la corona y un cirio a la base.

7)    Se toma la llama de este cirio para encender la 1ra. vela de la corona misionera.

8)    Es significativo que la cabeza del hogar dirija la sesión y haga las lecturas principales.

9)    Las lecturas se pueden repartir de antemano entre la familia.

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