miércoles, 20 de julio de 2022

Oración por un amigo enfermo - en un peligro mortal – Salmos 88 y 19

Señor, mi Dios, te clamo a ti de día, 
y de noche me quejo en tu presencia.
Que hasta ti llegue mi oración,
presta atención a mi clamor. 

Pues de pruebas mi alma está saturada
y mi vida está al borde del abismo.

Estoy encerrado y no puedo salir,
el sufrimiento mis ojos ha gastado. 
Señor, a ti clamo todo el día,
y mis manos extiendo hacia ti.

¿Harás milagros para los difuntos, 
se levantarán sus sombras para alabarte?
¿Se hablará de tu bondad entre los muertos, 
de tu lealtad donde todo está perdido?
¿Admirarán tus maravillas en lo oscuro, 
y tu justicia en la tierra del olvido?

Yo, por mi parte, clamo a ti, Señor,
y de mañana sube a ti mi oración.


Ahora reconozco que el Señor da la victoria a su Ungido,
que lo ha escuchado desde su santo cielo,
con los prodigios de su mano victoriosa.

nosotros invocamos el nombre del Señor, Dios nuestro.
Escúchanos cuando te invocamos.


(Del Salmo 88 y del Salmo 19)
_________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________

Oración por un amigo enfermo

Amigo mío,
debes de saber que te amo y tu vida me interesa. 
Es por eso que he doblado mis rodillas por ti, 
clamando al Dios omnipotente que te guarde, 
que en todos tus asuntos te proteja. 

Le pido a Dios
que te de serenidad y te cobije con su luz; 
si es que hay tinieblas
que quieran hacerte tropezar 
y la negra maldad con amargura
quiera quitarte aquello que tú aprecias:

Señor dale a mi amigo paz, muéstrale que no lo has abandonado, 
que para él hay un propósito especial y para una misión tú lo has llamado. 

Derrama en él tu Espíritu divino, 
rodéalo de ángeles que en todos sus caminos peleen por él la cruel batalla por su vida. 

Que tu poder sane toda enfermedad, toda herida aún abierta del pasado. 

Sana su cuerpo, sana su alma, sana su mente, 
da a mi amigo una inesperada bendición 
que le muestre el Dios soberano que tú eres.

Señor te doy gracias por este bello ángel que has enviado a mi lado, 
porque aún a veces más cercano que un hermano está; 
puedo contar con él siempre, 
así Jesús como también cuento contigo.

Señor bendice a mi amigo amado.
Amigo, amiga, no te apartes jamás de Jesús.

Oración escrita por Hermes Alberto Carvajal

No hay comentarios.:

Publicar un comentario